Conque me encuentro al leer a Luis Miguel Rivas... (2015)

Al leerlo inmediatamente me encuentro con él mismo en su elaborada transparencia. Como si me estuviera hablando en persona con su tímido desparpajo, con esa liviandad de estilo que le permite hacer cómico lo trágico, contrabandeando procesos primarios anímicos en la organización secundaria del pensamiento, haciendo intuir a quien lo escucha en las letras lo que sabe sobre sí mismo aunque no lo conozca.

 


Su narración en primera persona, a la manera de un monólogo interior redactado para un otro, como en una charla íntima, me recuerda el elogio que el maestro Fernando Vallejo hace sobre el grado de dificultad que en la literatura conlleva escribir en esta persona gramatical.1

 

Aunque aborda situaciones de índole psicológica y las expone en su propia humanidad, tal como lo hace en esta ocasión con el sentimiento de culpabilidad, no raya en una postura personológica en la que el mundo del protagonista se reduce a sí mismo, atrapado en los laberintos infinitos de su estrecha mente.

 

Tal como William Ospina lo recordó, en memoria del maestro Estanislao Zuleta, el arte ofrece la posibilidad de "la redención por la belleza",2 tanto a su creador (autor) como a sus recreadores (lectores).

 

En este cuento la salvación sublime se deja sentir en “la caminata de vagabundo”, como lo diría Gilles Deleuze y Félix Guattari sobre Samuel Beckett,3 que el narrador emprende corta pero sustancialmente por la planicie de lo real, atravesando la multiplicidad de segmentos que componen el ser: psicológicos, políticos, sociales, económicos, militares, ambientales, geográficos… explayando así su ser en todo ello, deshaciéndolo de su forma fija que lo hace ver como algo únicamente suyo, fugándose al impersonal ser colombiano, paisa y, más específicamente, el ser joven en la Medellín de los tiempos de la guerra de los carteles del narcotráfico contra el estado. Pero sin quedarse simplemente ahí, siendo también capaz de ser joven latinoamericano, el que cada vez más está incorporando en su personalidad cultural el estilo de vida para la muerte, que canallamente modeló con prestigio social el capo Pablo Escobar.4


Por este deambular sin rumbo fijo pero con un fin intensamente perseguido, este escritor que Héctor Abad Faciolince describe como "una de las voces más frescas, con más humor y al mismo tiempo más tiernas y duras de la literatura colombiana contemporánea",5 parte de una narración introspectiva modulada con comicidad, haciéndola digerible, hacia lo profundo de sí mismo para difuminar la celda del personalismo, que se sostiene sobre el paradigma del "libre albedrío = responsabilidad individual". Episteme sobre la que ha reposado la patética culpa por más de dos mil años.

 

De esta manera consigue derribar estéticamente ciertas resistencias de la alienación primordial, presentándonos el sacrosanto sentimiento de culpa como una emoción ideológica que la institucionalidad religiosa & política de occidente ha sabido usufructuar para hacernos creer, sin lugar a dudas, que los culpables de la violencia de La Ley siempre seremos nosotros mismos y que, por ende, lo mejor para sobrevivir en un entorno tan injusto, como el mundo del capitalismo globalizado, es caminar finito y no dar papaya para que los que ostentan el poder de las armas no "se enamoren" de uno.


Es bajo la forma sutil de la sospecha con que capta un asunto psicosocial tan complejo, como lo es la escisión del sujeto contemporáneo en múltiples versiones radicales de la ley, donde encuentro lo sublime de la creación de Luis Miguel Rivas Granada que me redime en su belleza.

 

[Escrito a propósito del cuento “Mi vida como sospechoso”, publicado por Luis Miguel Rivas en la revista Universo Centro No 63 marzo de 2015. Disponible en: 

http://www.universocentro.com/NUMERO63/Mividacomosospechoso.aspx]

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1. http://edant.revistaenie.clarin.com/notas/2008/07/05/01707691.html

2. http://www.elespectador.com/noticias/cultura/redencion-belleza-articulo-552869

3. http://intersecciones.psi.uba.ar/index.php?option=com_content&view=article&id=237:-lo-silente-en-samuel-beckett-ideas-para-pensar-el-teatro-de-eduardo-pavlovsky&catid=12:ficcion&Itemid=1

4. http://www.clacso.tv/perspectivas.php?id_video=471

5. http://www.planetadelibros.com.co/nos-vamos-a-ir-como-estamos-pasando-de-bueno-libro-198281.html

 

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